En la constante evolución del panorama industrial, la tecnología está desempeñando un papel fundamental en la mejora de los sistemas eléctricos utilizados en entornos de fabricación. Uno de los desarrollos más destacados es la adopción generalizada de los sistemas de barras para la distribución de corriente en los armarios eléctricos, marcando un cambio significativo en los estándares de la industria.
Esta transición hacia los sistemas de barras se consolidó aún más con la emisión de normativas específicas por parte de la Comisión Electrotécnica Internacional en mayo de 2020. Estas normativas establecieron directrices claras para la distribución y control de la corriente en los armarios industriales, impulsando así la adopción generalizada de los sistemas de barras en lugar del cableado tradicional.
Si bien esta actualización normativa fue un paso crucial, muchas empresas ya estaban implementando sistemas de barras en sus armarios modulares antes de su promulgación. En Europa, esta tendencia se remonta a mediados de la última década, donde la creciente demanda de sistemas de barras fue impulsada principalmente por preocupaciones de seguridad. Los sistemas de barras ofrecen una mayor protección contra descargas eléctricas y arcos accidentales, lo que los convierte en una opción más segura en comparación con el cableado tradicional. Además, su diseño simplificado facilita tanto la instalación como el mantenimiento, reduciendo así los riesgos asociados con la manipulación de cables.
Pero las ventajas de los sistemas de barras van más allá de la seguridad. Con un enfoque creciente en la eficiencia energética y la agilidad en la fabricación industrial, estos sistemas ofrecen una distribución de corriente más eficiente y adaptable. Comparados con los esquemas de cableado tradicionales, los sistemas de barras eliminan las ineficiencias relacionadas con la complejidad en la instalación, la voluminosa distribución de cables y las dificultades en las reparaciones y el mantenimiento.
Al optar por sistemas de barras, las empresas pueden cosechar una serie de beneficios. Desde una reducción significativa en el uso del espacio en los armarios hasta la capacidad de resolver problemas de manera más rápida y eficiente, pasando por el ahorro de tiempo durante la instalación y el mantenimiento, estos sistemas se han convertido en una opción atractiva para mejorar la eficiencia operativa en el entorno industrial. Además, la capacidad de integrar fácilmente elementos complementarios para aumentar el rendimiento agrega un valor adicional a esta solución tecnológica.