En un mundo donde la industria 4.0 impulsa cambios rápidos y la automatización se convierte en norma, los armarios industriales emergen como pilares esenciales para mantener el ritmo en las plantas de producción. Proteger los equipos electrónicos se vuelve prioritario, y elegir el armario correcto es el primer paso hacia esa meta.
Normativas como las establecidas por NEMA e IEC definen los estándares de protección contra elementos externos. Los armarios certificados cumplen con estos índices, garantizando una salvaguarda adecuada para los equipos internos y prolongando su vida útil.
El material del armario es clave para resistir el embate del entorno. Desde policarbonato hasta acero, cada opción ofrece niveles distintos de protección y durabilidad. Además, los acabados, como el decapado o el recubrimiento de zinc, no solo influyen en la resistencia, sino también en la estética del armario.
Monobloque, modificados o modulares: cada estilo tiene sus pros y contras. Mientras que los monobloque ofrecen durabilidad, los modificados permiten personalizaciones parciales. Por su parte, los modulares brindan flexibilidad para adaptarse a cambios futuros en las operaciones.